11 de diciembre de 2023
Uno de los símbolos más significativos del catolicismo mexicano en realidad no le pertenece al pueblo azteca
Nos encontramos en la víspera de una celebración más de la llamada “Reina de México” y con ello cientos de peregrinos llegan a la Ciudad de México para agradecer los milagros que recibieron en el año.
Sin embargo, aunque se trata de un emblema nacional, el retrato de la Virgen de Guadalupe no es del todo propiedad de los mexicanos pues en realidad es una pieza con un dueño extranjero.
Este 12 de diciembre, las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe estarán repletas de creyentes que llegan de varias partes de la República Mexicana, e incluso de otras partes del mundo, para mostrar su devoción a esta figura católica.Y aunque la gran mayoría de sus seguidores considera que se trata de una obra de los mexicanos para los mexicanos, en realidad el propietario del famoso manto no es ningún azteca, como podría pensarse.
Sorprendentemente, ningún mexicano es dueño de la pieza icónica del país, sorprendentemente, ningún mexicano es dueño de la pieza icónica del país, nos encontramos en la víspera de una celebración más de la llamada “Reina de México” y con ello cientos de peregrinos llegan a la Ciudad de México para agradecer los milagros que recibieron en el año. Sin embargo, aunque se trata de un emblema nacional, el retrato de la Virgen de Guadalupe no es del todo propiedad de los mexicanos pues en realidad es una pieza con un dueño extranjero.
Este 12 de diciembre, las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe estarán repletas de creyentes que llegan de varias partes de la República Mexicana, e incluso de otras partes del mundo, para mostrar su devoción a esta figura católica.
Y aunque la gran mayoría de sus seguidores considera que se trata de una obra de los mexicanos para los mexicanos, en realidad el propietario del famoso manto no es ningún azteca, como podría pensarse.
La «Morenita» es una de las figuras religiosas más adoradas en el país. (AP Foto/Maria Alferez)La «Morenita» es una de las figuras religiosas más adoradas en el país.
¿A quién pertenece realmente el lienzo?
Fue en el 2002 cuando Wu You Lin, empresario chino, se dio cuenta de que esta pieza aparentemente era de dominio público, por lo que rápidamente acudió al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y registró con su nombre la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Tan solo le costó 2 mil 112 pesos mexicanos y durante los primeros años en los que utilizó la figura religiosa nadie más podía tener uso legal en ninguna situación, incluso si se trataba de iglesias o congregación.
Debido a ello, decidió comercializar productos de este personaje y sacar provecho de lo que representa para los mexicanos.
Para 2003, la propia Basílica de Guadalupe decidió entregarle los derechos de autor a María Teresa Herrera Fedyk por una generosa cantidad de dinero y desde ese momento ha pasado por varios propietarios que pudieron obtener ganancias hasta antes del 2012 cuando caducara la posesión.
Ahora, se desconoce quién es el verdadero propietario pues hay varias personas que argumentan tener los derechos.